lunes, 23 de agosto de 2010

La salud



La Organización Mundial de la Salud define a la salud como el mejor estado de bienestar integral, mental y social, que una persona puede alcanzar y no solamente como la ausencia de enfermedades.

Aunque la mayoría de las personas que desean estar saludable cuidan su cuerpo, lo ejercitan, su alimentación es equilibrada; pero no todas cuidan ese equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, armonía fundamental del Ser para vivir en plenitud y producir un feed back positivo en la sociedad en la que se desarrolla.

Comenzar los cuidados desde la parte física no está mal siempre y cuando no nos quedemos solo en esa parte; recordar que somos seres integrales nos permite ir más allá del énfasis que se ha puesto en la concientización en qué elegimos para alimentar nuestro cuerpo para ocuparnos además de qué se nutren nuestros pensamientos y nuestros sentimientos.

Ahondemos en esa tarea, ya que de ese alimento depende el fruto que pueda ofrecer nuestra vida. Al conocer nuestros pensamientos y nuestros sentimientos estaremos logrando conocernos tal cual somos y reconoceremos las verdaderas intensiones que nos mueven, conocimiento que nos ayudará a trascender nuestras limitaciones y egoísmos para elegir la intención que nos permita crecer para bien nuestro, de todas las almas y la unión con lo divino.

Ser sinceros con nosotros mismos es la premisa. Pues, sabiendo donde estamos y donde queremos ir podemos elegir el alimento que damos a nuestra alma.

Estar pendientes a qué materia prima hacemos entrar en el proceso de elaboración de nuestros pensamientos y sentimientos. Esta labor compromete toda nuestra vida y sus resultados nos trascienden.

Cuando nos atrevemos a vernos, podemos analizar y cambiar nuestras conductas de manera de ser coherentes con el objetivo de nuestras vidas, podemos crecer integral y saludablemente.



1 comentario:

Miguel Hanna dijo...

Aprendamos a vernos, querernos y cuidarnos, pero no descuidemos el mundo. Nos hacemos falta mutuamente !!!!