martes, 19 de enero de 2010

Juzgar



Constantemente vivimos opinando, justificando y buscando


el sentido a cada situacion, a esto lo conocemos como juzgar



Pero lo importante es darse cuenta que al juzgar realmente clasificamos una parte de nuestra comprension, ya que al juzgar automaticamente buscamos las diferencias entre lo que se juzga y nosotros, sin ver que lo que se juzga es simplemente nuestro reflejo, el reflejo que creamos constantemente en los demas a través de nuestro hábitos y conductas.

Solo aplicando las 10 palabras encontramos ese desenvolvimiento, ya que al lograr participar de manera asertiva y pasiva, obtenemos una retroalimentacion equilibrada, logrando no juzgar ni juzgarnos, si no comprender la situacion que nos encontramos y que puede vivir cada alma.


Es nuestra naturaleza como seres humanos juzgar; esto lo hacemos muchas veces de forma inconsciente y automática. Juzgamos como bueno todo aquello que nos ayuda a cubrir nuestras necesidades prioritarias y todas las cosas bellas que nos pasan y como malas lo que atenta contra ella o las situaciones adversas por las que pasamos.

Debemos dejar a un lado esta forma de mirar las situaciones ya que todas éstas por adversas que sean nos llenan de una gran sabiduría y enseñanza, en cambio si nos habituamos a vivir sólo las situaciones bellas nos habituaríamos a una realidad ficticia.

Como seres en desenvolvimiento espiritual tenemos que cambiar esta manera de ver y de vivir las situaciones, debemos tomar distancia con respecto a nuestra forma de vivir, sentir y pensar ya que lo que para nosotros puede ser bueno o beneficioso para otros puede ser malo o perjudicial, según nuestras culturas y creencias.

Por lo expuesto anteriormente debemos trabajar con el desapego. Desapeguémonos de esas vivencias que nos causan rabias y rencores para así conseguir nuestra libertad interior.