martes, 30 de noviembre de 2010

Las infinitas posibilidades



A través del tiempo he aprendido que tengo infinitas posibilidades para mi crecimiento personal, espiritual y profesional


Tenemos muchos caminos para escoger, está en nosotros desarrollar nuestra capacidad de observar y de discernir lo que es mejor tanto para nosotros como para los seres que conviven a diaro con nosotros y hasta aquellos que ni siquiera conocemos


Debemos trabajar constantemente con nosotros mismos para desarrollar un amplio estado de conciencia y así estar atentos a ese abanico de posibilidades que se presentan para tomar una u otra decisión.


De esta manera cuando tengamos alguna duda sentémonos a analizar, a meditar, a escribir los pro y los contra de nuestras decisiones para que sean las correctas y si nos equivocamos, recapitular y volver sobre esa misma decisión y si tenemos que admitir que no fue la mas acorde, emprender el camino para enmendar el error.


Pídamos a la Divina Madre, siempre que debamos tomar una decisión para que ella con su fuerza y su presencia nos asista y nos conduzca por el camino más asertivo

sábado, 27 de noviembre de 2010

Las Expresiones Virtuosas

Ante todo definamos la “virtud”! una cualidad que le permite al ser humano tomar decisiones y actuar correctamente, centrado en las buenas acciones que contribuyan a dar una solución al ser mismo y a terceros. El filósofo griego Aristóteles afirmaba que el "hombre virtuoso es aquel que hace del bien, una necesidad imprescindible, que pone su felicidad en el bien." El ser humano al adquirir o incorporar hábitos del bien, va manifestando en su vida su amor al bien.

Se dice que la virtud es el resultado de una acción consciente, iluminada por la inteligencia y resultante de una voluntad determinada al obrar siempre bien y amparada por el sentimiento que le propicia cooperación para su cumplimiento, pero además de eso tiene el elemento espiritual, lo que nos mueve desde nuestro corazón.

Las expresiones virtuosas surgen primero por una convicción de nuestra naturaleza espiritual, de reconocernos interiormente sobre nuestras cualidades y nuestros buenos propósitos que muchos llamamos “nuestra esencia”. Luego este contenido, por decirlo así, lo proyectamos en función de lograr siempre en nuestras relaciones interpersonales, con la naturaleza y entorno social, una armonía y respeto.

Pero también en esas expresiones virtuosas están presente nuestras creencias, que se han ido formando dentro del ser, según nuestras experiencias o conocimiento adquirido, en ese transitar de vida, y que han pasado por filtros, reconociendo y aceptando aquellas que nos mantienen centrados en acciones del bien. Acá es muy importante resaltar el estado de consciencia que tengamos y nuestra intención, donde podemos elegir caminos de inclusión y participación en lugar de egoísmo y actuaciones malsanas.

En los contextos sociales, se presentan muchos tipos de manifestaciones, con diversas tonalidades que nos pueden influenciar o no en nuestro modo de actuar. La diferencia esta en nuestras decisiones o convicciones. Al trabajar interiormente con nuestro ser en función de nuestro desenvolmiento espiritual, logramos conducirnos en un modo de vida, donde nos vemos parte de un todo que es el mundo, con experiencias transformadoras y conscientes.

Dentro de la sociedad se presentan virtudes tales como creatividad, rigor intelectual, honestidad, busca por la verdad. En general podemos decir que hay virtudes intelectuales y morales. Las primeras actúan para el perfeccionamiento de la inteligencia y las segundas, para trabajar en favor de la voluntad, del sentimiento y demás tendencias. La virtud intelectual busca la verdad, mediante el estudio, la reflexión, la atención, que fortalecen la mente. La virtud moral a su vez se presenta en cuatro clases de virtudes esenciales conocidas desde la antigüedad como la prudencia, templanza, justicia y fortaleza.

No olvidemos las virtudes que emanan de nuestra esencia, de nuestro amor interior, que se van expresando por la voluntad de querer relacionarnos con egoencia, es decir, con inclusión participativa. De esta forma, hablamos de la fe, la esperanza y la caridad, la humildad, el perdón, la paciencia, la abnegación, el sacrificio, la comprensión y la renuncia. Estas expresiones virtuosas le dan brillo a nuestra vida y potencializan las intelectuales y morales.

Una forma de mantenernos en esa actitud del bien, sería meditar sobre nuestros actos a realizar, generando las transformaciones de pensamientos, actos y sentimientos, y expresando nuestra voluntad de querer hacerlo. También nos podemos ayudar con reflexiones diaria, repasando antes de acostarnos, todos nuestros actos para verificar en cuáles no fueron correctos y así poder corregirlos al día siguiente.

Adquirimos hábitos que nos inclinen moralmente a una constante acción del bien, y que fortalezca nuestro ser, sosteniendo nuestras expresiones virtuosas. Ellas propician, una vida noble y digna que a su vez cambia las asperezas de nuestro proceso evolutivo y nos llena de alegrías al superarlas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Nuestra Relacion con el Macrocosmos y Microcosmos



Se podría definir al macrocosmos como la totalidad del universo manifiesto, como una unidad que tiene vida y se encuentra en expansión.

Ahora el microcosmos, sería aquello que compone al hombre, con semejanza de su creador y que a la vez es reflejo de su fuente que es el macrocosmos.

Ya la ciencia a través de la astrología, la cosmología en la parte exterior y la física cuántica en lo interior han conseguido muchos parecidos en estos mundos, que definitivamente estan relacionados, a pesar de que existen muchos aspectos en ambos que todavía no se pueden explicar a la luz de las teorías científicas, más sin embargo no podemos decir que esos aspectos no existan.

Místicamente se afirma que el hombre es llamado el espejo del universo, imagen de Dios, y así el hombre repite en miniatura la evolución del universo.

Trasladando estos conceptos, a nuestro deseo de desenvolvimiento espiritual, es importante que comprendamos esta relación para ir abriendo cada vez más nuestra mente, haciéndonos mas conscientes de nuestro entorno interior y exterior , para desarrollar esas otras partes de nosotros que han estado encerradas durante siglos: la intuición, la sensibilidad, la participación, la renuncia y por ende la unión con la gran corriente creadora.
Estas otras partes de nosotros no racionales percibirán con más claridad la relación intrínseca entre el macrocosmos y el microcosmos, entre lo de fuera y lo de dentro, entre lo que vivimos y necesitamos vivir.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Sabiduría del Corazón



La sabiduría del corazón se expresa en nuestras situaciones diarias, en momentos de comprensión y sentimientos, ella nos ayuda a evaluar con mayor claridad las experiencias interiores y nuestras creencias, al darle la oportunidad a expresarse en nosotros este instrumento, dejamos de lado el juzgar solo por experiencias e impresiones que recibimos.

Damos la oportunidad a distinguir la fe de la comprensión, a no confundir la verdad con experiencias místicas, o basarnos en teorías o hechos tratando de entender lo desconocido en nuestro interior.

Nos ayuda a observar de la manera mas pura y sin prejuicios el entorno que nos rodea, al dejar que se exprese en nosotros libremente, transforma un mundo de ilusiones, en realidades que trascienden nuestra existencia.

Esta sabiduría es una mística, que al ofrendarnos se expande en nuestro ser, observa en silencio las emociones y las trasforma en matices que dan vida a lo mas abandonado, entonces con esto dicho los invito a observar desde la sabiduría del corazón, ese mundo que los rodea, poder ver a lo Divino en cada esencia de vida, para observar en silencio un interior que no conocía.