lunes, 21 de febrero de 2011

Usar Sabiamente Nuestros Conocimientos



El tener conocimientos, no implica tener sabiduría, ya que es bien conocido por todos que existen muchos seres que tienen la capacidad de acumular mucha información, pero esa información no es usada en pro del beneficio de humanidad. En muchos casos es usada más bien en contra de nosotros mismos, causando tristeza y desolación.

Podría decir que usar sabiamente nuestros conocimientos, más que una actitud es un arte; es una elección de vida que se puede plasmar aplicando la conciencia en cada una de las circunstancias que nos toca vivir.

Diariamente de una u otra manera ampliamos nuestros conocimientos sobre algo, pero lo esencial es lo que hacemos con esta información. Debemos aplicarla en nuestra vida y llevarla a otros seres que por una u otra razón no han tenido la oportunidad de recibirla. Se dice que conocimiento es poder, y un poder bien canalizado se transforma en energía liberadora.

Ahora es importante tener la convicción de que la motivación para aplicar sabiamente nuestros conocimientos es altruista. Debe estar fundamentada en el deseo de hacer el bien sin esperar nada a cambio. Cuando se logra este nivel ya estamos experimentado nuestra verdadera esencia espiritual como seres humanos.

Desde mi óptica personal considero que la mejor manera de lograr esta manera de vivir es aplicando las diez palabras del desenvolvimiento espiritual.

Las 10 palabras del desenvolvimiento espiritual son: Callar, Escuchar, Recordar, Comprender, Saber, Querer, Osar, Juzgar, Olvidar y Transmutar.

Cada una de estas palabras significa algo que hacer en cada circunstancia que se nos presenta en la vida. Las mismas describen una línea de trabajo que promueven nuestro desenvolvimiento y por ende la aplicación sabia y consciente de nuestros conocimientos.
Es importante aclarar que esto no significa que nos convirtamos en seres perfectos, sino que trabajemos con esfuerzo y voluntad en ser menos dogmaticos, discriminatorios e intolerantes.

martes, 8 de febrero de 2011

Las inquietudes espirituales




Las inquietudes aparecen ante nosotros a cada momento, ellas rodean la mente como peces en el agua, pero al detenernos escuchamos y observamos cada una de ellas y no encontramos una respuesta, pienso que todo es espiritual, toda la vida abarca lo espiritual y cada inquietud que tenemos es una posibilidad mas para afrontar un nuevo horizonte, sea razonando o aplicando.

Una inquietud espiritual nace en nuestra mente por nuestras opiniones, por nuestras justificaciones constantes, y por un hecho importante que es el de no prestar atención a la situación que se esta viviendo, por eso la mente genera pensamientos y preguntas, que nos rondan día a día, y opiniones cerradas bajo limites que nos asignamos inconcientemente.

Al querer conocernos y profundizar en nuestro interior, brindamos la oportunidad de dar una atención y una intención, que transforma nuestros pensamientos y nuestras situaciones, solo por permitirle a lo Divino entrar en nosotros y aceptarlo.

El silencio y la espera nos permite vaciar la mente de inquietudes, para que el universo entre en nosotros y permita las infinitas posibilidades, o por lo menos 168...




Sonriamos a la vida, con la inocencia de un alma sin inquietudes por las adversidades de la vida, seamos dia a dia una posibilidad mas.

martes, 1 de febrero de 2011

La paz del corazón



Es posible tener paz en el corazón cuando la palabra “crisis”, “conflicto”, enfrentamiento, desacuerdo, son las palabras corrientes en las informaciones??. Muchos se hacen esa pregunta.
Es seguro lograr la paz si eso cambiara??.

Solemos pensar que la paz reside en la situación generada en nuestro entorno, es decir, si mi entorno es armonioso, las relaciones amenas y si soy aceptada, la paz fluye.

En ocasiones las circunstancias se dan pero esa sensación de paz no está en nuestro corazón.
Entonces, será que la paz verdadera, la que nos conecta con la esencia, con lo Divino, no se genera en relación con lo exterior, sino en lo más interno de nuestro ser y desde allí emana hacia el entorno??.

Esperar tener un entorno perfecto para sentirnos bien, es un estado que no nos garantiza el resultado esperado.

Por el contrario percibir la Tierra como un todo al cual yo pertenezco, me integro, me incluyo, participo!!. Trabajando y viviendo conscientemente, con renuncia, hace que nuestros actos siempre tengan valor agregado en nuestra alma. Nos permite sentir esa paz en el corazón que solo el desprendimiento a la espera lo logra.

El Método de Cafh nos induce a abrir nuestro interior al mundo exterior, a introducir en nuestra vida la vida de los demás, con sus luces y sus sombras y a sentir como nuestros, tanto los dolores, las angustias, las tragedias y necesidades como las alegrías y los adelantos humanos.

Asimismo, nos induce a volcar sobre los que nos rodean nuestro amor, nuestra solidaridad y nuestras capacidades. Cuando pensamos en nosotros mismos, lo hacemos como miembros de la Humanidad. Nos ejercitamos en unir nuestro sentir al de todos, en el momento que estamos viviendo. Nos ejercitamos en proyectar nuestro futuro incluyéndolo en el mundo que anhelamos construir con todos los seres humanos.
Este compromiso, este objetivo apoyado en el Método nos permite vivir con esa paz sostenida, placentera, serena que nos induce a contemplar, disfrutar, aprender y trascender las circunstancias que solo están allí para permitirnos crecer. No solo ser feliz porque todo esta hermoso, sino porque tenernos la conciencia de que viviendo con paz en el corazón iluminamos nuestra mente y contribuimos a la paz del corazón de todo el mundo.

El sentido de participación nutrido con la meditación, la reflexión y el amor hacen que ese estado maravilloso sea la semilla fértil en todos los terrenos de la vida.

Reír mucho y muchas veces, gozar del cariño de los niños, apreciar la belleza, escuchar, amar y valorar a los ancianos, buscar lo mejor de los demás, obtener nuestros ingresos honestamente, dejar el mundo un poquito mejor de cómo lo encontramos, como un hijo sano, un jardín bonito, una persona feliz, lograr vivir en armonía con nuestra familia, saber que alguien ha vivido mejor gracias a ti, es una semilla que podemos sembrar en el mundo y genera en nuestro corazón esa paz duradera y real que se basa en el amor, el bien y el adelanto de todos.