lunes, 23 de noviembre de 2009

Escuchar


Cuando aún no hemos avanzado en un estado de conciencia mayor, muchas veces confundimos o no estamos claros entre el significado de oír y escuchar.

Uno de nuestros sentidos es el oído, todos o la gran mayoría de los seres humanos poseemos ese sentido pero el escuchar es una cualidad que muchos vamos desarrollando poco a poco.
Escuchar es más que oír, el escuchar es estar atentos, con todos nuestros sentidos de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Nuestros abuelos desarrollaron mucho este hábito en sus vidas tantas interferencias como las que hay hoy en día, la tecnología ha traído consigo una secuela de dificultades para la relación entre los seres humanos. Cuando hablamos con otras personas nos distraemos por pequeñas cosas como es el contestar un mensaje, una llamada, etc.
El escuchar se debe convertir para cada uno de los seres como un ritual al que no debemos abandonar por cosas superficiales. Cuando escuchamos estamos atentos a lo que el otro dice, a lo que el otro siente, a lo que realmente necesito para continuar con mi desenvolvimiento y así lograr la unión con lo divino.

Escuchamos cuando estamos atentos a quién necesita una palabra amiga, un consejo, una caricia, un regaño.

Los seres que realmente escuchan se convierten en un modelo de vida, en un ser a los que otros pueden acudir a buscar lo que necesita, y no es fácil en un mundo tan convulsionado pero es posible sí lo practicamos primero como un hábito y luego lo vamos incorporando a nuestras vidas.




Escuchar

El aliento de Dios se te presenta siempre

con gran esplendor y luminosidad

cuando logramos comunicarnos

desde dentro y desde fuera.



Escuchamos con oído muy suave

lo que nos comunica nuestro Ser

Cuando hemos callado

nuestra mente y nuestro verbo.



Manifestación del absoluto,

oíd a distancia,

donde todo se impregna de

vibración, sonido, donde todo se funde,

emanación de las siete notas musicales.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Callar

Callar es hacer silencio… esto es entendible y muy simple. Pero realmente que encierra “Callar”?
Callar es detener las palabras para escuchar lo que está en nuestro entorno, llámese los seres con que nos relacionamos, los sonidos de la naturaleza e incluso los sonidos de las actividades humanas como vehicular, industrial, laboral entre otros.


En ese relacionarnos con los otros seres, detener nuestras palabras nos permite dialogar, dándole espacio y tiempo de conversación a los seres. Permitimos una interrelación armoniosa donde se manifiestan necesidades y puntos de vista, que aunque en algún momento sean contrarias a las nuestras, tienen su valor. En ese dialogo se manifiestan soluciones e incluso se logra alcanzar niveles de mayor comprensión acerca de tema tratado, permitiendo relaciones de armonía, respecto y de participación, las cuales son tan necesarias e ideales en las comunicaciones humanas.


Al detener nuestras palabras al Callar, podemos identificar mejor lo que nos rodean, los componentes biológicos de la naturaleza, que nos llena de serenidad y nos aleja de las vibraciones negativas que ocasiona el estrés. Podemos a la vez integrarnos aún más a nuestro entorno como parte de nosotros, e incluso a darle también el valor que tienen dentro de nuestra malla de interrelaciones. Eso que no es tangible pero que existe! La vida tan llena de compromiso y de múltiples actividades no nos permite disfrutar de lo que nos rodea, tanto del componente biológico como animales, plantas sino el no biológico como lo mineral e incluso de las edificaciones y construcciones que rodean a una ciudad.


Callar es detener también nuestros pensamientos, que muchas veces son repetitivos de hechos vividos y que dan vuelta y vuelta y nos provoca estados de angustia sin ningún tipo de soluciones. Al detener nuestros pensamientos podemos ser selectivos de los mismos y fijar prioridades. Nos permite meditar, orar y reflexionar en búsqueda de acciones positivas para nuestra vida. Con esto reprogramamos nuestros pensamientos y por supuesto, nuestras acciones con una mejor visión de lo que realmente deseamos en nuestras vidas.


Por último, callar es darle paso a nuestra Divinidad ya que nos permite oírnos internamente, escuchar nuestra esencia, lo que nos habla nuestro cuerpo, nuestras células e incluso nuestro ADN. Damos espacio a reconocer nuestras vibraciones positivas para sentir el consuelo, el gozo y el arrobamiento al unirnos con la Divina Madre!! en ese callar nuestros pensamientos, sentimientos y palabras.




En el camino hacia el Ser,

El callar es una herramienta

silente de la mente,

voz de la consciencia y del corazón


El callar se vuelve un proceso consciente,

donde agudizamos los sentidos ordinarios

percibimos los sonidos del universo

y la sapiencia que es y existe


Callar es el acto donde

dejamos voluntariamente

el parloteo incesante de la mente

Es el díalogo con el Ser,

con la Divina Madre, con Dios

Silencio mental y verbal sin la deprimente

opción del grito, del alarido, del murmullo


Al callar la mente y disipar los latigos

verbales surge el respeto y el amor

por nosotros y por el prójimo

Silencio mudo de la mente

y oído de las melodias del universo


Busco el ansiado silencio a través de

la meditación para perderme, unirme

y arrobarme en la luz de la Divina Madre






Callar simplemente es vivir en el silencio