viernes, 8 de julio de 2011

Presencia Divina


Hálito de vida, de amor, de aceptación, de perdón, donde impregnamos nuestros actos cotidianos en actos divinos, tranformamos nuestros pensamientos y sentimientos malos en buenos. 

Donde la primera y última exclamación del día, la ofrendamos a Dios, a la Divina Madre. Cuando la bendición y la oración a las personas y a las cosas se llenan de buenas nuevas.

 La sonrisa es una pincelada de amor en nuestro rostro. Y donde aceptamos a las personas con sus defectos y sus virtudes, sin criticas.