martes, 21 de julio de 2009

La Ofrenda



Ofrendar es un acto de agradecimiento en un sentido, ya que nos permite ofrecer nuestros actos con humildad a lo Divino. Nos libera del materialismo no solo de las cosas, sino de los actos mismos, permitiéndonos vivir con simplicidad.

Ofrendar es un acto de libertad interior en otro sentido, ya que es un ejercicio que a la larga nos hace más conscientes, despojándonos del egoísmo en todos los actos de nuestra vida y permitiendo que seamos más participativos e incluyentes.

Ofrendar es un acto de sacrificio visto como la ofrenda misma, no como un acto de angustia ni dolor, sino de alegría de vida, en donde ofrendamos algo de nosotros para liberarnos y permitir que se descubran las miles de posibilidades del alma.

Al Ofrendar en nuestra vida diaria, estamos dándonos cada día con responsabilidad y coherencia con nuestro entorno, permitiendo el feedback o retroalimentación de lo maravilloso que trae consigo el transitar por este mundo. Ofrendamos lo que nos gusta o lo que no nos gusta. Por eso nos liberamos.

Atrevámonos a ofrendar nuestros actos diarios y encontraremos más conexión con nuestra esencia Divina!!!



Ofrendarse es darse sin esperar nada a cambio, es una entrega total que nos llena de una profunda sensación de unión con lo Divino.

La ofrenda es el amor materializado en acción.

Cuando nos entregamos de corazón y con Amor entonces sentimos un gran regocijo en todo nuestro Ser.

Nos ofrendamos cuando damos las gracias por el nuevo día, cuando nos entregamos a otros Seres, cuando ayudamos al prójimo, cuando hacemos silencio y escuchamos.

Cuando nos ofrendamos con Amor puro activamos a nuestro alrededor una energía positiva que llega y envuelve a otros Seres.




Si queremos hacer que nuestra estadía en este planeta se convierta en placentera, debemos dedicar cada acto de nosotros, convirtiendo los instantes en un eterno ahora, manteniéndonos en el aquí y en el ahora, en el presente.




Transformando y extrayendo de las dificultades una enseñanza, viendo el lado positivo en todos los sucesos. La habilidad esta en ver que en todos los eventos hay una oportunidad. Iniciemos el día brindando una oración, y durante el día cambiemos nuestro dolor de muela por el dolor de todos los seres humanos que soportan enfermedades terminales. Transformando la desesperación por la tranquilidad. Las maldiciones por bendiciones. La euforia por la sonrisa de un niño. La angustia por el sosiego. La guerra por la formación de ejércitos de paz en nuestra comunidad. El odio por un acto de amor. La rabia silenciando la mente y el corazón.






Divina Madre...
Divina Madre...
Divina Madre...

Te entrego mi dolor,
te ofrezco mi fortaleza.

Te brindo el camino,
mis pasos,
el cansancio y el entusiasmo;


La meta alcanzada,
los proyectos iniciados
y los sueños postergados...

La libertad deseada,
La paz alcanzada,

La chispa que avivas,
que humilde y sostenida,
albergo en mi alma.