martes, 25 de enero de 2011

Los milagros del corazón



El primer milagro del corazón y de la vida es el amor.
El amor todo lo puede, desde lo posible hasta lo que muchas veces creemos que es imposible. Si contamos con el amor y dejamos que éste llene cada célula de nuestro ser lograremos que sus rayos puedan se reflejados al exterior y simultáneamente notaremos un cambio mágico en las cosas y en los seres que están allí.

Cuando estamos poseídos por el amor infinito y logramos expresarlo con acciones, sentimientos y pensamientos nos llenamos de una gran alegría interior como exterior.

Otro gran, milagro es el perdón: si trabajamos arduamente con este sentimiento logramos dejar a un lado los miedos y rencores y estamos subiendo otro escalón que nos conduce a la felicidad. Cuando un ser realmente perdón se da un gran regalo a si mismo y a los otros.

El perdón además de apartar los miedos y rencores permite que uno mismo se consiga identificado y logre empatía con el otro.

sábado, 15 de enero de 2011

El Poder de la Mente




En la mente están los pensamientos relacionados con los deseos, los propósitos o proyectos. Un pensamiento generado en la mente es producto de una respuesta biológica y este tiene influencia en nuestras acciones y sobre otros pensamientos ya sean propios o de otros seres.

La energía que acompaña un pensamiento puede tener dos efectos: uno beneficioso y por tanto positivo para nuestro desenvolvimiento como ser humano empático, y otro negativo de daño y egoísta. Son los dos caminos de manifestación del ser en la vida, y deberíamos elegir el positivo que nos da ganancia, de nuevas energías positivas con vibraciones elevadas que van a atraer lo armónico.

Vivimos en una sociedad con una diversidad de estímulos que nos incitan a querer cosas, tales como estudiar una determinada carrera y en una institución específica; comprar ropa, calzados, artefactos, en fin productos o bienes que según la publicidad o las orientaciones familiares o de amistades, nos proporcionan. Todo esto se asienta en la mente inconciente y va luego generando los pensamientos o propósitos o simplemente “deseos”.

Son inevitables los deseos, ya que queremos hacer siempre cosas nuevas para nuestro disfrute, nuestro desarrollo profesional o nuestro desarrollo espiritual, y también para nuestro cumplimiento laboral. Pero detengámonos a meditar la calidad de nuestros pensamientos para que se realicen acciones positivas para nosotros mismos y para con quien nos relacionamos, nuestro entorno social-ambiental.

Si utilizamos pensamientos positivos, los resultados serán maravillosos. Podemos usar el poder de nuestros pensamientos para el tratamiento de enfermedades o la recuperación de las mismas; para el logro de metas que sean incluyente con nuestros seres queridos; para la ayuda efectiva de aquellos seres que lo necesiten; para un consejo efectivo y objetivo; para recuperar nuestra armonía interior, y así otras tantas que podríamos añadir según la vivencia de cada ser. Piensa y veras…. Creer es poder! o el poder esta en ti!

Manejémonos con una actitud mental positiva, llenándonos con pensamientos de amor, felicidad, de armonía, de consuelo, de compañerismo, de inclusión, participación y tolerancia.

Promovamos en nosotros mismos la programación mental para el cumplimiento de nuestros propósitos de vida, con visualizaciones o cuadros imaginativos de lo que queremos vivir, de sensaciones que generen felicidad, seguridad y hasta solución de problemas o desarmonías.

miércoles, 5 de enero de 2011

El perdon de nosotros mismos



Perdonar es tambien perdonarse a sí mismo y el alma se libera de odios y rencores.

El resentimiento y el desasosiego del que no perdona hace mucho daño a los que le rodean y a él mismo.

El perdon es la posibilidad de reconocer, de observar sin una personalidad y de forma simple, ver la inocencia donde no se encuentra.

Al darle un espacio en nuestros corazones a lo Divino y permitir ser su instrumento, damos la oportunidad de perdonarnos, de reconocernos, de aceptar lo que somos, y conocernos en una mayor profundidad.

Al aceptar el perdon en mi, doy la oportunidad a aceptarlo en los demas, ya que ahora no solo le doy un espacio a lo Divino en mi, si no que lo observo en cada ser.

Cada ser se transforma en instrumento Divino, cada alma es reconocida por su presencia divina, donde el perdon transforma las situaciones y los dolores.

El perdon, una simple palabra, pero dificil de aceptarla, al vivir el perdon vivimos la renuncia, dejamos a un lado el orgullo, el apego, una idea y pasamos a solo ser, no esperamos algo a cambio, no esperamos una respuesta, solo somos.

Solo ser, es ser instrumento Divino, y reconocer a lo divino en las almas, en cada expresion de la vida.

Perdonar es Renunciar