
La voluntad es la parte operativa de nuestras acciones. Resulta indispensable para el ser en su desenvolvimiento. Es el motor que hace posible los deseos, pensamientos, los propósitos, que bien pueden hacernos transitar simplemente en la vida o transformar lo que nos estanca o no permite nuestra evolución como ser en conexión con
A través de
Cuando aplicamos la voluntad con consciencia, es porque proviene de la meditación sobre las acciones a tomar, en un escenario de transformaciones positivas que nos permiten vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Cualquier ser tiene voluntad, pero hay diferencias en cuanto a desarrollarla, ya que en ciertas ocasiones nos invade el tedio y el estancamiento, y la voluntad esta disminuida.
Hay que cultivar una voluntad eficiente, en armonía con lo que queremos ser dentro de nuestra familia, trabajo y amistades. Podemos potenciarla en aquellos momentos de apatía, para que florezcan nuevas acciones renovadoras de nuestra existencia en interrelación con los seres o entorno que nos rodean.
Libre albedrío de hacer o no un acto. Este es el concepto que normalmente le damos a esta palabra pero la voluntad va mucho más allá de este significado.
La voluntad es una fuerza interior que nos mueve o nos impulsa a permanecer inmóviles o de realizar actividades que nos lleven a nuestro desenvolvimiento tanto a nivel espiritual como a otros niveles.
Es una fuerza que debemos cultivar y dominar poco a poco hasta que tengamos las riendas de nuestra vida en la dirección en que la hayamos planificado.
Muchas veces la voluntad va acompañada de la intención, si ésta es fuerte la voluntad lo será con una mayor intensidad. Si planificamos obtener un título, un bien material o espiritual y éste va acompañado con la mejor intención entonces la voluntad se va haciendo mucho más fuerte ya que nuestros objetivos van llenos de amor y de mucha nobleza.
Al principio de los objetivos le pedimos a
Esto también pasa con nuestro trabajo interior, desde el primer instante que concebimos la idea en nuestra mente ponemos a trabajar nuestra voluntad, poco a poco vamos subiendo escalones hasta alcanzar un amplio estado de conciencia que nos indica que debemos seguir trabajando y cosechando bienes espirituales.



se entrega hacia la vida
siendo la vida misma
Voluntad.

Fuerza maravillosa del Amor, acción, movimiento estimulo e
impulso del Ser disciplinado nos induce a obtener las cosas
Se esta seguro que cualquier pensamiento, idea, deseo, propósito
deseado con ahínco cristalizará físicamente sin la
deprimente opción Nace de la nada y del todo, acto divino donde
todo se puede y no existe temor a nada ni a nadie
No hay cabida a la duda, solo existe fe absoluto y
viva esperanza La constancia, la paciencia y la perseverancia
férrea multiplicada hasta el infinito nos aviva el camino de la voluntad

Entrar a Cafh, fue darle un sentido real a mi búsqueda espiritual. Fue encontrar las herramientas necesarias para sentir que mi espíritu se eleva sin despegar los pies de la tierra, viviendo en el aquí y ahora.
He aprendido que ser espiritual y desarrollarnos como seres integrales que pertenecen a una sociedad llamada pareja, familia, comunidad, pueblo, ciudad, país, continente, planeta, universo, nos hace darnos cuenta que lejos de excluirnos nos permite incluirnos de una manera más comprometida en un desafió que solo la verdadera voluntad de querer hacer la diferencia nos compromete a cumplir el compromiso adquirido con nosotros mismos.
Y es en todos los ámbitos donde la voluntad es el eje, o el disparador de exitosos logros. De la satisfacción en el día a día de la tarea cumplida. Cuantos casos conocemos de atletas que con los mínimos de recursos hay batido record es sus actividades.
Cuantos han sido los que con voluntad inquebrantable han dejado hábitos perjudiciales; con voluntad han cerrado ciclos de dolor, permitiéndose redescubrir su capacidad de vencer desafíos, conectarse con ese ser interno que nos dice muy al oído que somos capaces de lograr lo que nos propongamos, solo vasta fijar el objetivo, tener la voluntad de alcanzarlo, la constancia de seguirlo, y la seguridad de que existe una energía que nos impulsa, que nos alienta y nos sostiene.
Cruz o Cochoala como la llamaba cariñosamente su abuela sintió que algo se le tenía que ocurrir para seguir sus estudios. Habló con la directora; sus bellos ojos verdes salpicaban destellos transmitiendo con gran emoción lo informado por su mamá y su necesidad y disposición por seguir sus estudios.
La directora, vocera de la niña llegó al acuerdo con la madre en que la pequeña recogería las tareas, estudiaría en ratos “libres” y se la evaluaría a finales de semestre.
En mi mente y en mi corazón está grabada la emoción de su rostro con los recuerdos; Arreando el ganado recitaba las tablas de multiplicar; haciendo dormir a sus hermanos leyéndoles la vida de San Martín, la declaración de la Independencia..y recitándome desde que yo era una niña sus palabras de agradecimiento cuando se graduó, enseñándome apasionadamente y pausadamente la poesía a la Patria aprendida en aquellos tiempos y con los años también transmitida a mis hijos.
Eso es voluntad. En memoria a la profunda admiración por su voluntad de vivir con alegría, con optimismo y fe. Por comenzar a despertar en mi la motivación, la búsqueda y la plenitud del Ser, a Doña Cruz, a La Cocó, mi abuela.