martes, 12 de mayo de 2009

La Voluntad

La voluntad es la parte operativa de nuestras acciones. Resulta indispensable para el ser en su desenvolvimiento. Es el motor que hace posible los deseos, pensamientos, los propósitos, que bien pueden hacernos transitar simplemente en la vida o transformar lo que nos estanca o no permite nuestra evolución como ser en conexión con la Divinidad.

A través de la Voluntad decidimos tomar Consciencia de lo que realmente somos, seres espirituales con vivencias humanas, donde las acciones son conducentes a la cooperación, a las interrelaciones llenas de diálogo, a la inclusión de no solo lo humano sino de la naturaleza misma con sus elementos.

Cuando aplicamos la voluntad con consciencia, es porque proviene de la meditación sobre las acciones a tomar, en un escenario de transformaciones positivas que nos permiten vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Cualquier ser tiene voluntad, pero hay diferencias en cuanto a desarrollarla, ya que en ciertas ocasiones nos invade el tedio y el estancamiento, y la voluntad esta disminuida.

Hay que cultivar una voluntad eficiente, en armonía con lo que queremos ser dentro de nuestra familia, trabajo y amistades. Podemos potenciarla en aquellos momentos de apatía, para que florezcan nuevas acciones renovadoras de nuestra existencia en interrelación con los seres o entorno que nos rodean.

Seamos operativos con consciencia y con valentía. Con el propósito de lograr un mejor desenvolvimiento, que vaya transformando cada día, paso a paso nuestras apatías frente a la vida misma que siempre viene cargada de tareas, preguntas y decisiones.

Pongamos en práctica ese ejercicio diario de tener la voluntad allí a nuestro lado, entrenándola para dar mejores y nuevas respuestas a nuestra vida.



Libre albedrío de hacer o no un acto. Este es el concepto que normalmente le damos a esta palabra pero la voluntad va mucho más allá de este significado.

La voluntad es una fuerza interior que nos mueve o nos impulsa a permanecer inmóviles o de realizar actividades que nos lleven a nuestro desenvolvimiento tanto a nivel espiritual como a otros niveles.

Es una fuerza que debemos cultivar y dominar poco a poco hasta que tengamos las riendas de nuestra vida en la dirección en que la hayamos planificado.

Muchas veces la voluntad va acompañada de la intención, si ésta es fuerte la voluntad lo será con una mayor intensidad. Si planificamos obtener un título, un bien material o espiritual y éste va acompañado con la mejor intención entonces la voluntad se va haciendo mucho más fuerte ya que nuestros objetivos van llenos de amor y de mucha nobleza.

Al principio de los objetivos le pedimos a la Divina Madre que nos guíe y nos llene de fuerza, es allí donde se activa la voluntad. Desde ese instante comenzamos a trabajar y a llevar esa voluntad por el camino escogido, poco a poco vamos viendo los frutos de nuestros actos y estamos seguros que con el dominio de nuestra voluntad y perseverancia logramos todas nuestras metas.

Esto también pasa con nuestro trabajo interior, desde el primer instante que concebimos la idea en nuestra mente ponemos a trabajar nuestra voluntad, poco a poco vamos subiendo escalones hasta alcanzar un amplio estado de conciencia que nos indica que debemos seguir trabajando y cosechando bienes espirituales.

La Voluntad es hacer lo que paresca imposible

Ver los limites y no dejar que sean ataduras

Mirar profundamente , ese mar divino dentro de si

Donde vamos escribiendo, nuestros pasos
dias y cada desición


Con los ojos de la voluntad

Sembrando poco a poco en las tinieblas
de lo desconocido


Hasta ser la luz divina, que dia a dia

se entrega hacia la vida

siendo la vida misma

Voluntad.


Voz interior organizadora, lucidez unificadora del Ser interno

Fuerza maravillosa del Amor, acción, movimiento estimulo e

impulso del Ser disciplinado nos induce a obtener las cosas


Se esta seguro que cualquier pensamiento, idea, deseo, propósito

deseado con ahínco cristalizará físicamente sin la

deprimente opción
Nace de la nada y del todo, acto divino donde

todo se puede y no existe temor a nada ni a nadie


No hay cabida a la duda, solo existe fe absoluto y

viva esperanza La constancia, la paciencia y la perseverancia

férrea multiplicada hasta el infinito nos aviva el camino de la voluntad


Entrar a Cafh, fue darle un sentido real a mi búsqueda espiritual. Fue encontrar las herramientas necesarias para sentir que mi espíritu se eleva sin despegar los pies de la tierra, viviendo en el aquí y ahora.

He aprendido que ser espiritual y desarrollarnos como seres integrales que pertenecen a una sociedad llamada pareja, familia, comunidad, pueblo, ciudad, país, continente, planeta, universo, nos hace darnos cuenta que lejos de excluirnos nos permite incluirnos de una manera más comprometida en un desafió que solo la verdadera voluntad de querer hacer la diferencia nos compromete a cumplir el compromiso adquirido con nosotros mismos.

Y es en todos los ámbitos donde la voluntad es el eje, o el disparador de exitosos logros. De la satisfacción en el día a día de la tarea cumplida. Cuantos casos conocemos de atletas que con los mínimos de recursos hay batido record es sus actividades.

Cuantos han sido los que con voluntad inquebrantable han dejado hábitos perjudiciales; con voluntad han cerrado ciclos de dolor, permitiéndose redescubrir su capacidad de vencer desafíos, conectarse con ese ser interno que nos dice muy al oído que somos capaces de lograr lo que nos propongamos, solo vasta fijar el objetivo, tener la voluntad de alcanzarlo, la constancia de seguirlo, y la seguridad de que existe una energía que nos impulsa, que nos alienta y nos sostiene.

Cruz Carabajal era una niña de 11, 12 años… allá por 1920; hija mayor de cuatro hermanos, su madre, esperando el quinto hijo le comunicó que la iba a retirar del colegio porque la necesitaba para que se encargara de sus hermanos; llevar los animales al corral; ayudar en la cocina; y atender a su padre al llegar por la tarde de las faenas del campo.

Cruz o Cochoala como la llamaba cariñosamente su abuela sintió que algo se le tenía que ocurrir para seguir sus estudios. Habló con la directora; sus bellos ojos verdes salpicaban destellos transmitiendo con gran emoción lo informado por su mamá y su necesidad y disposición por seguir sus estudios.

La directora, vocera de la niña llegó al acuerdo con la madre en que la pequeña recogería las tareas, estudiaría en ratos “libres” y se la evaluaría a finales de semestre.

En mi mente y en mi corazón está grabada la emoción de su rostro con los recuerdos; Arreando el ganado recitaba las tablas de multiplicar; haciendo dormir a sus hermanos leyéndoles la vida de San Martín, la declaración de la Independencia..y recitándome desde que yo era una niña sus palabras de agradecimiento cuando se graduó, enseñándome apasionadamente y pausadamente la poesía a la Patria aprendida en aquellos tiempos y con los años también transmitida a mis hijos.

Eso es voluntad. En memoria a la profunda admiración por su voluntad de vivir con alegría, con optimismo y fe. Por comenzar a despertar en mi la motivación, la búsqueda y la plenitud del Ser, a Doña Cruz, a La Cocó, mi abuela.